"Todo el intenso dolor de una vida,
tatuado a fuego en un frío cráneo,
en la roca reposa el hueso,la vitalidad perdida,
cuencas vacías,el odio fue tu veneno..
De la cicuta del falso amar bebiste,
de lujuria y pasión la carne saciaste,
a los deseos prohibidos te abrazaste,
sin saberlo,el vaso del mal vivir colmaste..
Y el corazón herido perdió su sangre,
plácidamente,saboreando el dolor lacerante,
quien sanaba las heridas,aplicó vinagre,
y la mortalidad recibió la daga del adiós hiriente..
Quedó perdido en el ayer mi nombre,
la calavera tatuada a dolor que fue amante,
herido el orgullo a espada de traición y cobre,
dejando el pensamiento en la roca en aquel instante..."
Ya te pedí perdón.
-
s
Henri Gervex (1852-1929)
Ya te pedí perdón, ¿qué más deseas…? ¿Que me arrastre, que pene, que
suplique…? ¿Que te llore mi error, que magnifique lo que...
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