Como cada noche, te irás con las primeras luces del alba a tu morada en sombras, vendrás a curar mi alma de una enfermedad que desconoces y que en porfiadas lágrimas te nombra.
Pero tú no me comprendes, tan sólo te pido que me ames y no me tengas preso ni tampoco mis besos reduzcas al olvido.
Has sido mi amante por largas noches de ensueños y en desbordes, te he nombrado en extraños reproches anhelantes de otras vidas sin que me hayas escuchado.
En infantil indecisión se me ha ocurrido desenamorarme y dejarte, para verte suplicante de mi pasión el regreso y poner mis condiciones: pero me ha asaltado el miedo.
Miedo a que no te importe, miedo que me abandones y que sea mío el llanto cuando tú te hayas ido. Como cada noche, te irás con las primeras luces del alba a tu morada en sombras y ninguna,
Ninguna otra ocupará mis sentidos ni tendré la calma hasta que asomes, desterrando al olvido y majestuosa de plata, mi novia luna.
@Lilith
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