Nos conocimos desde niños, vivíamos unas calles el uno del otro, hoy me dio nostalgia de ti, pero no de tu niñez, me dio nostalgia de aquellos tiempos lejanos en los que me perdía en la noche contigo, cuando nos convertimos en amantes, noches sin promesas, aveces sin palabras, pero rebosantes de pasión en el caos de tu cuarto, en el silencio de tu casa oscura y discreta, lugar donde me olvidaba del mundo.
Eras algo tan habitual, tan cotidiano, llegabas en tu motocicleta preguntando por mi, todas las mujeres en mi casa sabían que tendría sexo esa noche contigo, que llegaría de madrugada, que al otro día estaría contenta.
Sabían también que no te amaba, que eras un hermoso compañero de juegos, un paliativo en la soledad, o el amante seguro en mis noches de fiesta.
Nunca nos dijimos "te amo" pero fuimos libres y felices, siempre me recibiste, en tu cuerpo, en tus brazos, siempre abriste la puerta de tu hogar para mi, siempre escuchaste penas y alegrías, oscuridad y esperanzas, ¿Como pudimos durar tantos años en esa seudo relación que aparentemente era puramente sexual?
Libres de las caretas que usábamos ante el mundo, no necesitaba el disfraz de seductora o seducida, ni los zapatos altos, ni el perfume caro, contigo era libre, contigo era feliz, contigo era yo misma.
Placer puro, sin engaño, sin juramento, libre y salvaje, sin mancha, natural.
Hoy me dio nostalgia de ti, y de tu melena larga, oscura y brillante, de tu cuerpo moreno y fuerte, de tus rasgos duros, de tu pasión. Salve a ti, donde quiera que estés, y con quien estés.
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